Hoguera
Quiero devorar tu fuego,
han pasado horas y aún te siento
quemándome tan dentro.
Soy tierra y tu ser me transforma en lava candente,
mis manos no son las mismas
después de confesar a tu piel
y convertirla en una cantata desconocida
que suena mientras la toco.
Mi espíritu,
muto después de que tu lo has capturado.
La hermosa oscuridad era mi conocida compañera,
eres culpable de convertirla en luz,
alba que inunda mi habitación,
que fotografía mi triste faz,
tu llama me regalo una sonrisa desconocida,
olvidada en un cofre
reflejada en el espejo de tus parpados.
Me devuelves al mar
en el ocaso de un sueño,
donde capturamos en una copa de cristal
el vino que emana la noche,
tus besos son diamantes que caen sobre la arena
brillando por la aura boreal
entre nubes de letras que vuelan.
Alba (llena de luz)
La Despedida
Te dejo ir mi querido Señor
cómo encontrar resignación
a no verte, no escuchar tu voz
y no sentir tus labios sobre los míos?
No encuentro consuelo entre el aceite de colores
en el fondo de una botella de vino
en las cenizas de mil cigarrillos
la receta de Sabines
para curarme de ti en una semana
no me sirve.
Si tantas veces ya te di
mi fé, mi vientre húmedo
mi miedo cautivo
mi lluvia interminable
mi color
mi lado iluminado
mi ser tierno y oloroso
mi esencia
mis fantasías eróticas
la hoguera de mis sentidos.
Se me agotan los pretextos
para llamarte y no hay respuesta
que más puedo ofrecerte?
sólo no sea esta alma en pena
y quién quiere una llorona penando en un río
la llama de una vela marchita.
Si es tan fácil amar a la rosa
y no quieres detenerte a acariciar
a conocer sus espinas.
Alba (sin comentarios)
9/02/08
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario